AGUA
PARA ÁFRICA
LA
ORDEN FRANCISCANA SEGLAR DE ESPAÑA PARTICIPE DEL PROYECTO
En
el tercer Congreso de OFS y Jufra celebrado en Lituania se impulso la
iniciativa social «Well4Africa».
El
objetivo principal de dicha iniciativa es llevar agua potable donde
hace falta. Como Uganda, Zimbawe y Malawi que sería fruto especial
del congreso.
Proyecto
“Well4Africa“
El
Papa Francisco nos pide que garanticemos el derecho de todos los
seres humanos a tener acceso al agua potable, así como el deseo de
expresar nuestra solidaridad con los pobres, hacia los cuales
estamos obligados a “crear condiciones de vida dignas de personas
redimidas por Cristo” (Regla 13).
La
idea de contribuir a realizar pozos de agua en Uganda, Zimbawe y
Malawi quería ser un fruto especial del Congreso.
Nuestra
fraternidad Nacional es una de las que se sumaron a esta iniciativa.
Video: Tibor Kauser invita a unirse al proyecto.
El
documento desde SECULAR FRANCISCAN ORDER IN LITHUANIA donde
se nos informa: Pdf pincha aquí
➤Conoce el mensaje final del Congreso, dedícale unos minutos.
Mensaje final del 3r Congreso Europeo OFS-JuFra
Lituania 2018
Aquél
que cree en mí, ríos de agua viva brotarán de su interior (Jn
7:38)
Queridos
hermanos y hermanas:
¡El
Señor os dé Su paz!
Nos
gustaría compartir con vosotros la alegría de haber celebrado el
3er Congreso Europeo OFS-JuFra que tuvo lugar, del 20 al
26 de agosto de 2018, en Kaunas, Vilna y otros lugares de Lituania
con relevancia espiritual.
Nuestro
Congreso fue itinerante. Fue una grata e inspiradora experiencia el
visitar tantos lugares diferente, conocer a los hermanos y hermanas
de las fraternidades locales, vivir con ellos durante un corto
periodo de tiempo y compartir nuestras vidas.
Hemos
oído tantas veces últimamente que Europa está en crisis: nuestros
valores, nuestras raíces, tanto históricas como espirituales, están
siendo desafiadas. El secularismo y el individualismo están poniendo
en peligro nuestra dignidad y el valor de la vida humana, incluso
algunos de nuestros hermanos y hermanas se enfrentan a la guerra y el
terrorismo. Sin embargo, durante el congreso, la convicción de que
nuestro continente puede ser renovado y de que jugamos un papel
importante en ello, tomó fue fortalecida.
Se
abrió el Congreso con la celebración de la Eucaristía en la
Basílica de Kaunas. El celebrante fue arzobispo Lionginas Virbalas
(SJ) que nos recibió con una calurosa bienvenida. Durante la primera
noche, socializamos entre nosotros, pudiéndonos conocer mejor.
Además, disfrutamos de muchos de los platos nacionales que nos
trajeron los miembros de las fraternidades internacionales.
Durante
el primer día de trabajo, nos centramos en la formación. Uno de
nuestros asistentes espirituales generales, el hermano Alfred
Parambakathu (OFM Conv), nos enseñó de una manera sencilla, pero
muy profunda, el contexto y el simbolismo detrás de las palabras de
Jesús en Juan 7:38, el tema de nuestro Congreso, e intentó
contestar a la pregunta de qué significa para nosotros los
franciscanos en el mundo actual: “Aquél que cree en mí, ríos de
agua viva brotarán de su interior”.
Hemos
aprendido que, a través del sacrificio y la resurrección de Cristo,
el Espíritu Santo vive en nosotros y que, por lo tanto, nos
convertimos en fuentes del Espíritu. El agua es el elemento que
mantiene la vida y, por ello, es el símbolo del Espíritu Santo; si
somos capaces de vivir en el Espíritu, somos capaces de traer vida
incluso en medio del desierto. Esto no sólo es desde el sentido
espiritual; nosotros, los franciscanos, debemos ser capaces de llegar
a los demás y ofrecer nuestros servicios al prójimo que lo
necesita. El hermano Alfred nos llamó a expresar nuestra fe con
pequeños actos de fe no sólo durante el Congreso (andando por la
calle, llevando a cabo acción social, estando con las familias…),
sino también una vez hayamos vuelto a casa, a nuestras familias y
fraternidades. Beber el agua que Jesús nos da significa volverse más
y más como Él, por lo tanto, siendo fuente del Espíritu Santo,
dejándole trabajar en y a través de nosotros.
Estos
días nos han permitido experimentar exactamente eso. Como fruto de
ello, con este mensaje final, queremos compartir algunos de los dones
que el Espíritu nos ha dado. Es nuestro deseo llevar la fe, la
esperanza y el amor que hemos compartido en este Congreso a nuestra
vida diaria. De esta manera, esperamos que el Espíritu viva en y más
allá de nosotros, guiándonos a acciones y testimonios concretos, de
acuerdo con el Evangelio somos llamados a vivir:
Aquél
que cree en
mí, ríos de agua viva brotarán de su interior
La
participación en este Congreso ha representado para nosotros la
respuesta a una llamada tanto a nivel personal como a nivel de
comunidad. Una llamada para satisfacer nuestra sed a través del agua
viva que el Espíritu Santo nos da.
Hemos
aceptado la invitación a volver al primer amor, a la esencia del
carisma de San Francisco, del que tenemos la gracia y la
responsabilidad de dar testimonio.
Sentimos
la necesidad de ahondar en nuestra vocación franciscana y confirmar
nuestra identidad como miembros de OFS y de JuFra viviendo de una
manera profunda y auténtica.
Entonces,
daremos la espalda a la tentación del activismo vacío; por ejemplo,
actuando sin el Espíritu Santo y sin constancia, y sin cuidar
nuestra relación con Jesús, así como nos urgió el discurso de los
hermanos Blužas en Šiluva, una de nuestras paradas.
Durante
su aparición, la Virgen María de Šiluva dijo: mi hijo fue adorado
aquí antes, ahora siembran y aran la tierra. Tenemos el compromiso
de no dejar que Europa se convierta en un lugar donde se lleva a cabo
mucho del trabajo, pero no por nuestra salvación y la de nuestro
prójimo.
Šiluva
es un lugar sagrado y testimonio del poder de las creencias. Con la
fuerza del cuidado maternal de la Virgen María, los lituanos fueron
capaces de resistir los tiempos difíciles de la Reformación y, más
tarde, del comunismo. Šiluva es ahora no sólo un lugar simbólico
para el catolicismo lituano y de deseo de libertad, sino también una
fuente de energía espiritual para Europa y para todo el mundo en
tiempos en los que el secularismo se está extendiendo rápidamente.
La
visita a la Colina de las Cruces fue otro testimonio del poder de la
cruz y de la fe. Nuestra mayor esperanza es que la Cruz de la Familia
Franciscana Europea que fue colocada y bendecida en este sitio único,
representará la fuerza conjunta y la resistencia del carisma de la
OFS, JuFra y de todos los miembros de la Familia Franciscana.
Debemos
recuperar nuestra dimensión espiritual escogiendo una vida
evangélica. Y debemos recobrar el verdadero sentido del ser humano,
como hermanos y hermanas de toda la creación, que nos lleva a
nuestro impacto social concreto.
Aquél
que cree en mí, ríos de agua
viva brotarán
de su interior
La
participación en el Congreso de 130 representantes de 24 países
europeos y de alrededor de 30 empleados de administración ha
promovido un intercambio fructífero de experiencias. Ha mostrado
que, más allá de las conexiones de la fe común y de la vocación
Franciscana, las relaciones entre individuos con diferentes
tradiciones, hábitos y culturas es siempre posible y se ha
convertido en algo de mucho valor.
La
sed de vivir en comunidad está en el corazón de cada individuo,
pero, con frecuencia, las experiencias de tentación para el
enriquecimiento personal y el individualismo llevan al aislamiento y
a crear distancias, alimentando el miedo a los demás sin importar si
están cerca o lejos, ya siendo parecidos o diferentes a nosotros.
Sin embargo, para encontrar, para acercarse a alguien, normalmente
hace falta coraje y a veces incluso sufrimiento, pero como cuando
Natanael fue llamado por Felipe, vale la pena ir y ver (Venid y
veréis). En este contexto, el obispo Kestutis Kévalas nos llamó
a ver con nuestros propios ojos, no sólo Lituania, sino también los
actos del Espíritu Santo y a convertirnos en apóstoles europeos de
las buenas nuevas. Esto, por ejemplo, lo llevamos a cabo en Kaunas,
durante la noche de evangelización con un flashmob y adoración.
El
agua es la imagen que ha acompañado a nuestro congreso y que se
ha convertido en un regalo, asegurando la paz y la justicia, siempre
y cuando seamos capaces de aprender que el agua no separa, sino que
conecta las orillas de un río. Consideramos llegar a los demás como
una rica fuente de agua que fluye alejándose de las rocas. Basado en
nuestra nueva relación con Dios (en el eje vertical), debemos ser
capaces de renovar el contacto con nuestro prójimo y nuestra familia
(en el eje horizontal). Sentimos que esto puede ser la única base
estable de nuestros actos de piedad a favor de la justicia, paz e
integridad de la creación. Durante la discusión en grupos, vimos un
gran número de prácticas impresionantes de diferentes países sobre
cómo se deben llevar a cabo estas iniciativas. Es también
importante mencionar el éxito que conseguimos con nuestra iniciativa
Well4Africa, propuesta por la fraternidad nacional de Lituania de OFS
y JuFra para todas las fraternidades OFS y JuFra europeas, como un
fruto concreto del congreso.
Nosotros,
los participantes del congreso, tuvimos la oportunidad de poner en
práctica nuestro amor hacia Dios y hacia nuestro prójimo visitando
varios servicios sociales y uniéndonos en su trabajo fructífero.
Nos
dimos cuenta de que cualquier acto concreto de ayudar a los demás
tiene que empezar con un cambio de corazón, como la conversión y el
arrepentimiento. Con esto dado, el Espíritu Santo tiene que
intervenir en todos nuestros actos e iniciativas como el único y
solo arquitecto de nuestros proyectos, manteniéndonos a nosotros y a
nuestro trabajo sencillos pero efectivos.
Aquél
que cree en mí, ríos de agua brotarán
de su interior
Basándonos
en nuestras experiencias durante el congreso, llamamos a las
fraternidades europeas de OFS y de JuFra a ser más precisos. No nos
fijemos sólo en los ejes verticales y horizontales de nuestra vida
(Tau) de una manera espiritual, sino que dejemos que se añada más
profundidad en nuestra vida diaria.
Por
lo tanto, nos volvemos a vosotros con las siguientes sugerencias para
inspiraros:
Abriros,
para que el agua viva pueda extenderse: No os aferréis al pasado y a
la manera en qué siempre hemos hecho las cosas. ¡No dejéis que el
Espíritu Santo choque contra ventanas cerradas!
Abrid
vuestra mente y vuestros brazos hacia vuestro vecino que está de pie
justo delante de vosotros y no tengáis miedo de contactar con él.
Mejorad las comunicaciones, tanto dentro como fuera de la familia
Franciscana.
Enfatizad
la importancia de la dignidad humana, por ejemplo, urgiendo
abiertamente a los líderes europeos (posiblemente escribiendo una
carta). Esto podría ser un proyecto común de la OFS y JuFra en
Europa.
Interesaos
por el futuro de nuestra sociedad, por ejemplo, involucraos en la
educación de los niños y los jóvenes y trabajad juntamente con
colegios y familias para subrayar la importancia de comprometerse con
la comunidad local.
Resaltamos
una vez más que, como sabemos y como hemos aprendido, estas acciones
empiezan con la oración, la adoración y la contemplación
silenciosa; de éstas probablemente la última sea la que echamos un
poco de menos durante nuestra conferencia. Deseamos recordar aquí el
precioso ejemplo de Santa Clara de Asís quien, con su manera de
vivir, mantuvo el equilibrio entre acción y contemplación.
Desde
lo más profundo de nuestro corazón queremos dar las gracias a la
OFS y JuFra de Lituania por su enorme trabajo y su espectacular
organización. Nos habéis provisto de unos días realmente
inspiradores y habéis hecho que el espíritu franciscano viva.
Querríamos
terminar este mensaje alabando a María, Madre de Dios. Ella ha sido
nuestra acompañante desde el principio hasta el final de nuestro
congreso; su imagen, el icono de Regina Familiae Franciscanae
debe continuar su camino a través de las fraternidades europeas de
JuFra y OFS. Su disposición siempre a decir sí y a comprometerse es
una inspiración para nosotros. Que ella esté con todos nosotros y
que nos ayude a vivir en verdadero espíritu franciscano.
En
Kaunas, el 26 de agosto de 2018.
PAZ Y BIEN
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